“Me di cuenta de que tenía un problema”

“Yo nazco de mis cenizas”

No debe ser nada fácil comenzar a hacer shows totalmente sobria después de una larga temporada apelando a diferentes tipos de excesos, y a pocas semanas de salir de una publicitada internación “por pico de estrés”.

Igual de difícil debe ser sentarse a charlar del tema en el medio de entrevistas para promocionar un regreso a los escenarios, este jueves a las 21 en La Trastienda.

Sin embargo, a Fabi se la ve bien, fumando y tomando agua, tal vez menos acelerada y dispersa que en otras charlas de años atrás, pero manteniendo intacto su sentido del humor y manifestando algunas dudas o ineguridades.

Si bien el mes pasado cantó un tema en un show de Fito Páez, luego se presentó con unas pocas en una convención de la industria discográfica, y ya actuó en un local de La Plata, este recital será una suerte de reingreso a los escenarios de Capital, a poco menos de un año de una accidentada presentación en el teatro Coliseo, donde se peleó con músicos y amigos, se olvidó la letra de muchos temas, y hasta repitió –sin saberlo– algunas canciones.

“Ya me estoy ablandando –dice– porque en estos primeros shows me sentía medio durita y había algunos mieditos. Estoy ensayando un montón, y con respecto a las letras, estoy subiendo con un atril porque no me quiero olvidar ninguna frase. En realidad son tantas las canciones que hay, que a uno a veces le agarra el ‘lagunón’. ¡Es la edad!” (Risas.)

–¿Cómo fue la decisión y decir: “Tengo que parar”?
–En el Coliseo no me di cuenta de nada. Lo peor de todo es que a mí me pareció un supershow. Ahí me di cuenta de que teníamos un problema. El famoso “pico de estrés”, por todo tipo de cuestiones. No da hacer abuso de sustancias y creer que uno está bien y se evade. Ya otras veces estuve en detox, soy como una experta en esto, así que me di cuenta de que esto fue una recaída. Volví de un show en La Pampa, hablamos con mi psiquiatra y con mi psicóloga.

–¿Qué pasó en La Pampa?

–Nada, simplemente no hice bises y la gente se quedó enojada. Pero yo no estaba bien, discutí mucho con mi novio por teléfono, a los gritos. Antes, en el Coliseo, fue la escenografía lo que me tenía loca, estaba pendiente de eso y no fue un show bueno, fue un show de una loca. El Coliseo me dio la pauta, y después de La Pampa hablé con mi gente porque estaba muy triste, mal y todo el tiempo angustiada. Y me dijeron: “¿Por qué no te internás?” y di el ok. Me tomé quince días en la clínica Avril, ¡justo ahí! Hago lo mismo que Charly, le sigo los pasos. (Risas.)

–¿Y después cómo siguió todo? –Le escribí una carta a mi vieja para que me sacara, porque es tremendo estar adentro y no saber cómo sigue todo. Es horrible. Ahora sigo los pasos que me dan los médicos. Eso también es parte de mi actividad diaria: voy a análisis todos los días, es un seguimiento que me hacen. Tampoco estoy sola: estuve viviendo con mi mamá y hay una red de contención muy piola que se hizo con mis amigas, mis músicos y toda la gente que me puede ver y que está tranquila. Porque no da salir ahora con “amigos locos”. De hecho, no salgo. Directamente no salgo, porque no da. Y no va a dar por mucho tiempo: ¿adónde voy a ir? ¿A hacer qué, además? ¿A mirar como los demás toman cerveza?

–¿Qué estás haciendo en los momentos libres?

–Lo que hago es ver cine. También estoy haciendo canto, deporte y meditación, que me encanta. También estoy leyendo mucho. Estoy tranquila, pensando o me quedo sentadita mirando el parque. No anoto, escribo ni pinto nada. Todavía estoy como fascinada mirando el mundo exterior. Es un momento de contemplación total.

–¿La primera vez que te internaste fue cuando dejaste Los Twist?

–No. La primera vez de detox fue en el 85, cuando Fito me dedicó un tema. Fue después de salir de la banda de Charly y de Los Twist. Quedé como en una especie de carro en automático y ahí me interné. Bah, me internaron: estuve como cinco días sin dormir y entonces me internaron. Pasé casi un año sin consumir nada, pero después –de a poquito– volvés, ¿viste? Otras veces me metí en grupos anónimos; estuve mucho tiempo ahí, yendo y viniendo. Pero esta vez hubo de nuevo un barquinazo y me asusté de mí misma después del Coliseo. “¡Estoy loca!”, dije cuando me contaron todo. Ése fue el pico de estrés. Lo demás fue para parar de consumir, porque si no te internás no parás de consumir. Yo soy de Escorpio y nazco de mis cenizas, como Charly.

–¿Estás contenta con la perspectiva de este nuevo show? –Estoy bien. Me da miedito, aunque yo no consumía para los shows. Pese a lo que piense la gente, yo no consumía nada “fuerte”, digamos, para tocar. En el Coliseo no estaba “puesta”, pero el preshow o el posshow duraba varios días.

–“No existe una escuela que enseñe a vivir”, como dice el tema de Seru Giran.

–¡Mi vida fue un delirio! A veces pienso: “¿Qué hice toda mi vida? Lío”. Subía y bajaba de cualquier delirio, me salía, hacía cosas, tenía crisis. Como cualquiera, ¿no? Pero ahora me lo estoy preguntando mucho. Miro para atrás y me pregunto qué pasó. No fue una vida plana. Fue intensa por demás.

Hija del rigor: un disco premonitorio

A fines de noviembre del año pasado, Fabi lanzó su nuevo álbum, Hija del rigor, donde las fotos de tapa y del librito interno la mostraban llena de moretones y vendas. A diferencia de su exitoso disco anterior (Inconsciente colectivo), con versiones de rock nacional, esta vez compuso una buena cantidad de temas propios, apenas apelando a algunas letras del poeta Fernando Noy y de su madre Silvina Luro. El resto, empezando por ese hit que fue “Una tregua”, tenía no sólo forma de grandes canciones, sino un atractivo, sincero y honesto tono confesional, como las frases: “Se me acusa de hacer bardo y ser parte del rocanrol, ¿y qué” y “Yo nací con una estrella y cuando canto vuelve a brillar, ¿no lo ves”.

En el tema que da título al CD fue aún más elocuente: “Hago todo mal y sólo aprendo a los golpes. Tengo que tomar mucha medicina para soportar los tomatazos del día. Quizás el amor sea el remedio que alivia mi herida. Hija del rigor, contra las paredes puedo rebotar, golpeándome eternamente. Nada que ocultar, yo busco la cura cuando me tropiezo”.


FUENTE
http://criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=13530

BUENA ENTREVISTA.
MUY SINCERA, COMO SIEMPRE, ESO ME ENCANTA (=
NO CUALQUIERA DICE LAS COSAS QUE DICE FABI EN LAS ENTREVISTAS..
ESPEREMOS QUE SEAN CIERTAS
Y QUE EL SHOW DE LA TRASTIENDAA SEA EXCELENTE! JEJE

Pau

aiaiia me mori de amor o angustia! no se definirlo cuando escribio la carta a su mamá...

la amo,

besos,

A

Muy linda la nota Ale.
Hay tanta verdad ahi..!

aii si yo tb Alee

muy linda la nota
CANTILO (L)

Me encanto la nota, porq dice muchas verdades y no todos se animan a hablar tan abiertamente con la prensa.
Y tb me mato cuando dijo lo de la carta a la madre..! Debe haber sido fuerte!

Beso!

Lu